En Brasil hablé media hora con Guillermo Coria. Aquí, la nota, un poco más larga de la que di en el diario, por cuestiones obvias de edición.
A pocos metros, la pileta, las hamacas paraguayas, la cama-flotador, aparecen tentadores. Estamos en Aracajú, noreste de Brasil, y es momento de entrevistar a Guillermo Coria. Con Martín Rodríguez como DT, el Mago intenta recuperar confianza y vencer sus dudas, que hoy se expresan en el saque. Aún no anunció el calendario 2008, pero sí nos había dado la primicia: se viene su autobiografía.
»Siempre me gustó la idea, contar lo vivido, las buenas y malas experiencias. Lo que me pregunta la gente que me para en la calle, los que me siguen en el foro de Internet (forocoria.com). Me gustaría compartirlo con ellos. Lo que me pasó, por qué paré, qué pasa cuando estás tan arriba y tan abajo. La gente entenderá cosas…».
-¿Cuándo lo pensaste?
-A mí me gustan las biografías. Gracias al tenis pude vivir experiencias inolvidables, conocer personajes que jamás habría imaginado, como Bono, una vez en Montecarlo… Una biografía que me marcó fue la de Maradona. Contó cosas que te llegan. Ojalá que el libro pueda ayudar a alguien, sería una gran recompensa.
-¿Qué contarías de este momento exacto?
-Y… explicar cómo pasé de ganarle a cualquiera a no sentirme seguro de ganarle a un tipo sin ranking (sonríe). Y cómo uno hace para salir adelante. No es el peor momento de mi vida; al contrario, este año fue, en lo personal, casi como el 2003 resultó en lo tenístico. Viví cosas que antes no podía.
-¿Como qué?
-Estar con mi señora en una casa, nuestra casa, en nuestra cama. Antes, nuestra casa eran diferentes hoteles… Visitar a mi hermano, jugar a la PlayStation con él y mis amigos, no tener horarios, ir seguido a Venado Tuerto y compartir un asado en familia, jugar al fútbol en la canchita de allá; conocer el Sur, el Perito Moreno; ir a Disney por primera vez, también con Carla… Viví en Estados Unidos un año y medio y no lo había visitado…

-Hablabas de estar arriba y abajo… En tu mejor época, uno te veía como un jugador ganador, que se imponía en los momentos difíciles. ¿Cuándo comenzaste a tener dudas?
-Cuando perdí las ganas, de luchar y entrar a una cancha y que me dé lo mismo ganar o perder.
-¿Y cuándo fue eso? ¿Una situación puntual, un partido que te marcó?
-Mmmm, no. No un partido. Muchos dicen que Roland Garros, que desde ahí empecé a caer. Ese año estaba N° 2 de la Carrera de Campeones, y si ganaba en París pasaba a Federer a mitad de año, y justo vino la lesión del hombro… En el partido con Moyá, en cuartos, me había roto el hombro. Ese Roland Garros, lo tenía ganado, es verdad, con dos match points, pero estaba roto. Son cosas que la gente no sabe, y que voy a contar en el libro seguramente. Después de Roland Garros y la operación, me mantuve entre los top ten. Creo que a mitad del 2005 no estaba cómodo con un montón de cosas y lo canalicé en el saque. No tenía el mismo deseo que cuando era chico. Había perdido el hambre. (more…)