Wilander y la (no) táctica
La sala de prensa del ATP de Buenos Aires tuvo un invitado especial. Vestido de chomba y bermuda, como uno más en el intenso calor porteño. Se movió con un nutrido grupo de colaboradores. Hubo camarógrafo, asistente y productor. Todos al ritmo de Mats Wilander.
Mats dejó la raqueta por el anotador y la lapicera
El sueco, ex N˚1 del mundo y ganador de siete Grand Slams, llegó a nuestro país para producir un capítulo especial de su programa Game, Set & Mats (sale por EuroSport) sobre el tenis sudamericano y la tradición del polvo de ladrillo.
”¿Viene Mats? Le damos credencial de jugador, así tiene todas las facilidades. Donde quiera entrar, podrá”, decía hace unos días Martín Jaite, director del Argentina Open. Lejos estuvo de requerir alguna condición estelar, Wilander se movió como un periodista más.
Estuvo hasta ayer en el torneo trabajando a un ritmo hiperkinético: grabó copetes entre las carpas de los auspiciantes, desayunó y charló con Guillermo Vilas y hasta se metió en la cancha para jugar unos puntos con Leo Mayer.
El correntino se reía por la precisión de sus tiros y hasta chicaneaba: «tiene lindo slice para tener cincuenta años».
En un parate de sus distintas actividades lo entrevisté para la Revista GRIP y rescato esta cita para entender, y respetar, como pide él, a los jugadores actuales. Aunque no piensen.
«Las tácticas de hoy son muy diferentes a las tácticas que usábamos en nuestros días. Es prácticamente imposible para una persona externa entenderlas, incluso para mí a veces es difícil de entender los tiros que pega Stan Wawrinka. ¿Por qué lo haría? ¡Oh, entró! O sea que puede sacar ese tiro. El tenis cambió tanto en los últimos 15 años y no creo que nosotros los fans hayamos guardado el conocimiento y el entendimiento de lo que están haciendo porque es un juego tan rápido, le están pegando tan duro a la pelota que tenés que ser un conocedor del tenis para entender. Incluso así, yo a veces no entiendo lo que están haciendo. No digo que sea estúpido ni que esté mal, pero hacen cosas que ni hubiera pensado que se pueden hacer. Por qué van por un ace de segundo saque. Y es la jugada correcta. Por eso creo que tenemos que darle algo de respeto, porque saben lo que hacen. Siempre habrá jugadores inteligentes y otros que ni piensen», explicó Wilander
Como siempre, Wilander fue de lo más gauchito: se saca fotos con quienes lo reconocen, charla con uno, da indicaciones, se ríe, habla por celular. Hasta cuidaba el material de trabajo de sus compañeros cuando estos se iban a buscar algo para tomar. Multi-tasking (?).
Fotos: Argentina Open/ Sergio Llamera.